AAR CMANO. El Águila roja del Adriático II. Ataque italiano de 1984



La base de Gjader-Zadrima al norte protegida por una bateria de HQ-2. Al sur se  encuentra la base aérea de Berat-Küçove tambien protegida con una bateria de HQ-2. 
Escenario: Albanian Airstrike 1984.

Con la entrada al poder de Bettino Craxi en Italia a mediados de 1983, este país comenzó una política de hostigamiento contra el régimen comunista de Albania. La Marina militare italiana comenzó a realizar incursiones en las aguas territoriales albanesas y los Starfighter de la Aeronautica Militare comenzaron de repente a tener problemas de navegación, internándose en el espacio soberano albanés.

En respuesta a esta afrenta a la soberanía albanesa, demasiadas veces pisoteada por Italia, la aviación de caza albanesa comenzó a interceptar los aviones italianos y los buques de guerra de la marina albanesa hicieron lo propio con los buques italianos.

Craxi, en una hábil maniobra política y militar presento la defensa de la soberanía albanesa como un ataque contra la OTAN ganando el apoyo internacional para una defensa sólida de los valores occidentales. Las intenciones de Craxi, eran mucho menos honorables. Según se destapó durante la investigación del caso 'manos Limpias' que puso fin a la era Craxi, al destapar una extensa red de corrupción en los principales partidos del país, Craxi pretendía iniciar el principio del fin del régimen comunista de Hoxha y reemplazarlo por un régimen afín a los intereses comerciales del entramado de corrupción destapado años después. Esta estrategia se fundamentaba en primera instancia empleando el uso de la fuerza para mellar la confianza de los estamentos militares albaneses. El uso de la fuerza estaba fundamentada en la amenaza a las libertades y a la democracia por parte de los bloques comunistas y en la debilidad en la esfera internacional de Albania, gracias al aislamiento impuesto por su lider, Enver Hoxha. Esta debilidad no generaría gran reacción por parte del bloque comunista.


Bettino Craxi años despues, en abril de 1993 a la salida del Hotel San Rafael cuando se habia destapado el escándalo 'manos limpias' que le llevó a huir del país y ser condenado 'in absentia' a 27 años de carcel por financiación irregular de su partido. Fuente: Corriere.it


Así, el 10 de enero de 1984, en respuesta a la amenaza que suponía Albania para la libertad de navegación en el mar Adriático, las fuerzas militares italianas lanzaban una operación de ataque contra los dos principales aeródromos albaneses, Gjader-Zadrima y Berat-Küçove.

En menos de 24 horas, las pequeñas y mal equipadas fuerzas albanesas eran desarboladas por un enemigo superior en número y mejor equipado.

Antes del ataque, las fuerzas albanesas contaban con una decena de Chengdu F-7A (copia china del MiG-21 de primera generación) y de un centenar de Shenyang J-6C (copia del MiG-19). La cobertura radar estaba asegurada mediante un Radar P-37 A (Bar Lock A) y un P-14 (Tall King A). Ambos radares son 2D y operan en banda A. Máximos exponentes de la tecnología radárica de finales de los años cincuenta.

Desde las bases aéreas de Amendola y Gioia del Colle, los F-104S italianos apoyados por los G-91Y Gina y los Piaggio PD-808GE2 de Guerra electrónica despegan para destruir las dos baterias de SA-2 que protegen los aeródromos. 

Una pareja de Chengdu F-7A logran salir en Scramble para interceptar a los atacantes en las cercanías de Gjader. 2 F-104S CIO son derribados mediante PL-2A. Los F-7A se muestran mas ágiles que los Starfighter en combate cercano pero la superioridad tecnológica de los F-104S equipados con el AIM-7E Sparrow III y Sidewinder F termina por imponerse. Dos Starfighter (CIO) más son derribados gracias a los SAMs antes de que estos queden destruidos gracias a los cazabombarderos equipados con bombas mark 83 de 1.000 libras.

Mientras tanto en el sur, 2 F-6C despegan de Berat Küçove para hacer frente a los intrusos  que poco pueden hacer frente a la caza enemiga (F104S CIO). En esta ocasión, son los G-91Y Gina los encargados de dejar fuera de servicio sin bajas, la batería Antiaérea HQ-2 gracias a las bombas Mark 82 de 500 libras.

A continuación, una segunda oleada ataca sendos aeródromos destruyendo 4 piezas antiaéreas del Tipo 65. En Gjader un hangar es alcanzado destruyéndose 2 F-7A que reposaban en su interior.

En Berat, durante una pasada a baja cota, un F-104S CBO es alcanzado por fuego de las piezas AA Tipo 65 de 37 mm.
Con la quinta baja confirmada, el alto mando italiano ordena la paralización de todas las acciones ofensivas permanceniendo varias patrullas de combate sobre el Adriático apoyados por los Piaggio de Guerra electrónica para prevenir cualquier contrataque albanés.

 La sociedad italiana se entera del ataque a las 11:35, unas dos horas y media después del inicio de las acciones ofensivas. Italia esta consternada debido a la falta de información del ejecutivo de Braxi. Una hora más tarde se filtra que al menos 4 Starfighter han sido derribados sobre Albania. Es entonces cuando el gobierno decide finalizar las acciones ofensivas.

Durante varios meses, la mini campaña aérea será el centro de la tormenta política que azota Italia. Salvo las típicas condenas en la asamblea de Naciones Unidas y unos cuantos comunicados de condena del bloque oriental, no hay consecuencias para Italia ni para Craxi.

Mientras tanto, en Albania las fuerzas militares tratan de reparar los daños producidos en las bases. Su aviación de caza queda reducida a su mínima expresión, con únicamente 6 Chengdu F-7A de los cuales son capaces de mantener en el servicio de alerta aérea una aeronave. Las instalaciones subterráneas de ambas bases han resultado ser extremadamente valiosas protegiendo numerosas aeronaves en su interior.

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