AAR CMANO. El Águila roja del Adriático IX. En horas bajas

A las 19:10 una pareja de Floggers ataca Slatina con bombas antipista BEtAB-500Sp inhabilitando parcialmente el uso de la misma. No queremos ninguna sorpresa durante el vuelo de los helicópteros.

A las 19:45 despega la ultima pareja Hinds del día Al norte de Tirana reportan por radio la detección visual de una estela de condensación. Parece que han lanzado un misil. Rápida y velozmente damos ordenes a la defensa antiaérea de Tirana que si detectan algún eco radar que no sean la pareja de Hinds, lo enganchen en sus radares y ataquen inmediatamente. Indicamos así mismo a la patrulla del sector norte que ponga ponga potencia militar (post-combustión) y se dirija rápidamente hacia el sector centro mientras ordenados a otra pareja de Floggers el despegue inmediato desde Berat-Kuçove. Antes de que terminemos de radiar las ordenes a la patrulla aérea, una de las baterías AA de 57 mm reporta la identificación visual. Un J-22 Orao serbio se nos ha metido hasta la cocina. Damos vectores a la patrulla norte pero el Orao lanza sus misiles. Minutos después,la base de Farkas reporta un ataque aéreo, uno de las posiciones de helicópteros ha sido alcanzada. Gracias a dios que ese estacionamiento estaba vacío en esos momentos. Además otro misil impacta muy cerca de un bunker de munición.

Uno de los Flogger lanza un R-24 al intruso sin suerte. Con la postcombustión a todo trapo, cuando el piloto entiende que el Apex ha fallado ya se encuentra en la envolvente de disparo de los R-73. El primer Archer falla el objetivo pero el segundo no tiene misericordia con el Orao.

En estos momentos la sala del centro de control de operaciones está consternada. El jefe de operaciones de la fuerza aérea es relevado hasta nueva orden. Lleva 48 horas sin dormir.

En torno a las 20.00, se recibe la llamada de Andrei Kozyrev, el ministro de exteriores ruso. Su homólogo albanés, Reiz Malile contesta a la llamada y recibe el ofrecimiento ruso para que Eduard Shevardnadze, ultimo ministro de exteriores soviético, medie entre Albania y los Serbios para intentar desactivar el conflicto. En esos momentos Alia y su gobierno sabe que los albaneses están en una posición de fuerza. Si quieren parar la represalia albanesa tendrá que ser a buen precio. Los albano-kosovares necesitan garantías de que Serbia no va a hacer una limpieza étnica como ya se ha visto en Vukovar.


Shevardnadze junto a Boris Yeltsin. Fuente: TheMoscowTimes.

De momento, la estrategia albanesa es clara. Continuar el avance todo lo posible y retrasar la mediación internacional. El día de mañana es clave. Si conseguimos enlazar con la resistencia e insertar soldados tras las lineas enemigas, y seguir presionando las instalaciones y líneas de suministro serbias tendremos una gran posibilidad de desplomar la moral enemiga y conseguir una victoria rápida. Así mismo, Rusia está tremendamente interesada en una rápida resolución del conflicto. Actualmente la OTAN está cargando contra la Antigua Yugoslavia, promoviendo la fractura en pequeños estados. Por otra parte, la industria rusa es actualmente el segundo socio comercial de Albania. En los últimos años empresas soviéticas y ahora rusas han realizado fuertes inversiones en industria pesada y de recursos minerales y energéticos. Además, la industria armamentística rusa está en horas bajas y las posibles compras albanesas pueden ser un balón de oxígeno en estos duros momentos. Actualmente se está negociando un contrato de exploración petrolera en las aguas albanesas y los rusos están muy interesados.

Mientras tanto, la guerra sigue. La tensa tranquilidad se rompe a las 21:01 cuando una pareja de Fulcrums en patrulla sobre Kosovo detecta emisiones de dos radares en su sistema de alerta de radar (RWR) al norte en la zona serbia. Diez minutos después pierden esa señal. No parece que tengamos que preocuparnos...o si, Después de lo visto con el Orao solitario.

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A las 21:28 zulu, la situación vuelve a ser tranquila, con varias patrullas aéreas de combate en el aire para cubrir el hueco dejado con la destrucción de las estaciones de radar.

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